El
objetivo principal de la
metodología del Kickboxing Infantil es fomentar
y desarrollar las cualidades físicas y psíquicas,
así como los valores, ayudando a forjar positivamente
la personalidad del niño, siendo importante tanto
el desarrollo físico como el psíquico,
con una incidencia especial en el desarrollo de los
valores internos, que en definitiva nos diferencia de
otros deporte y es lo que contribuye a tener individuos
mejor preparados para afrontar la vida con éxito.
OBJETIVOS:
Adquirir el conocimiento global del Kickboxing y conocer
los principios que rigen la práctica de nuestro
deporte.
Autocontrol.
Autodisciplina.
Constancia.
Modestia.
Espíritu de sacrificio.
Autoestima, desarrollando confianza en uno mismo y en
sus capacidades.
Desarrollar
las funciones psicomotoras: Coordinación, equilibrio,
espacio, tiempo, direccionalidad, destrezas perceptivo
- motrices, movimientos disimétricos, lateralidad
y coordinación acústica.
Ayudarle a pensar de una manera positiva.
Ejercitar
la imaginación.
Desarrollo de la iniciativa.
Aumentar la capacidad de concentración.
Canalizar la agresividad natural que llevamos dentro.
COMPROMISO:
Nuestro deporte al tener sus bases en las artes marciales
tradicionales, nos marca un compromiso principal, que
es el de influir positivamente en la formación
integral del niño.
PROPUESTAS METODOLOGÍSTAS
Estarán basadas en los siguientes aspectos:
Desarrollo de la motricidad.
Actividad lúdica.
Desarrollo físico-fisiológico.
Desarrollo psicosocial.
METODOLOGÍA
En primer lugar el desarrollo de las cualidades motrices
y el conocimiento de las técnicas del Kickboxing,
mediante las cuales mejoramos las habilidades y destrezas.
Complementándolo con los siguientes sistemas
de trabajo:
Ejercicios de respiración.
Prácticas de relajación.
Métodos de autocontrol.
Técnicas de visualización.
Trabajos para el desarrollo
de la concentración.
Trabajos en grupos.
Resolución de problemas.
Aplicaciones de defensa
personal.
Charlas y coloquios educativos.
Aplicación de técnicas
con total control.
CONSECUCIÓN DE METAS
Toda nuestra planificación y metodología
va encaminada fundamentalmente a:
1. Desarrollar en el niño el placer por cualquier
actividad física.
2. Crear hábitos higiénicos que le harán
consolidarse como persona.
3. Mejorar el rendimiento motor en tareas de fuerza,
velocidad, resistencia, agilidad, equilibrio y coordinación.
4. Consolidar, refinar y aplicar las habilidades motrices
básicas.
5. Favorecer los mecanismos percectivocognoscitivos,
implicados en la realización de tareas motrices.
6. Desarrollar en el niño el sentido de la constancia
para su vida personal.
7. Aportar valores y principios que ayude a nuestros
jóvenes a la integración social.
GRUPOS HOMOGÉNEOS
Pudiendo tener niños en edades comprendidas entre
5 y 14 años, con unas diferencias tanto físicas
como psíquicas, lo adecuado es grupos distintos.
De 5 a 8 años
Inicio de las técnicas y principios del Kickboxing,
motivando la atención y el movimiento a través
del juego.
Trabajos encaminados a favorecer el dominio de las combinaciones
de movimientos y de las destrezas elementales.
Inicio a los trabajos de flexibilidad, estática
y dinámica.
Inicio de juegos y trabajos para dominar las técnicas
de respiración relajación, visualización,
autocontrol, etc.
Trabajar todo tipo de actividades motrices y juegos
tanto de coordinación como de equilibrio, espacio
tiempo y direccionalidad y visualización creativa.
Con el juego tenemos que ser capaces de introducirles
hacia el trabajo técnico de una manera que para
ellos le resulte amena y divertida.
De 9 a 13 años
Juegos y competiciones con pocas reglas o sin reglas
definidas, individuales, colectivos, de cooperación,
desarrollo de la formación multilateral, autodisciplina,
porque en estos momentos el niño comienza a tener
la capacidad de desarrollar la voluntad, fomentar la
responsabilidad y el deber.
El consumo energético en el organismo del niño
en estas edades está en el crecimiento, por lo
tanto nunca llagamos a la fatiga.
Empezamos a perfeccionar las técnicas de Kickboxing,
haciendo de una manera progresiva entrenamientos más
específicos, aunque siempre con cargas de trabajo
bajas, recuperación entre trabajos y combinándolas
con juegos.
En esta etapa incidimos en las destrezas perceptivo
motrices, tanto con juegos como con trabajos técnicos
o tácticos tenemos que ser capaces de favorecer
el aprendizaje.
Tenemos que emplear juegos y técnicas en las
que el niño utiliza movimientos disimétricos.
Prestando atención a la lateralidad que el niño,
no solo distinga, sino que sea capar de trabajar con
la parte izquierda y derecha de su cuerpo.
Desarrollo de la capacidad de reacción, en la
que utilizamos el perfeccionamiento de la coordinación
acústica, así como los de habilidades
y destrezas.
A partir de 14 años
Entrenamientos mas sistematizados.
Al inicio de esta etapa al estar en pleno crecimiento
y tener puntos de osificación, puede sentirse
cansado, por lo que aún no es adecuado niveles
de intensidad altos, en el entrenamiento teniendo en
cuenta que al tener gran crecimiento, en poco tiempo,
puede tener una etapa de inestabilidad y descoordinación
motriz, incidiendo en la realización de posturas
correctas y de llevar correctamente la respiración,
pudiendo incidir en el correcto ritmo respiratorio,
en los momentos de pausa entre trabajos y ejercicios,
favoreciendo la recuperación, y teniendo una
mejor oxigenación.
A partir de esta edad incidimos en la corrección
técnica, puesto que en estas edades, son cada
vez más perfeccionistas y mentalmente lo pueden
asimilar
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